martes, 11 de agosto de 2015

COMPOSTAJE

Lo primero que me parece debemos saber respecto de la elaboración del compost es que debemos contar con material verde, (aporte de nitrógeno) y material seco, (aporte de carbono), más o menos en una proporción de 2 es a 1. Dependiendo de la humedad imperante en la pila de compostaje. Los desechos verdes son aquellos restos vegetales frescos como: - Cáscaras, corontas, tallos y restos de todas las frutas y verduras crudas. También los cuescos. - Pasto de corte del jardín, ramitas de poda, hojas verdes de plantas y árboles. - Bolsitas de té y de hierbas, té de hojas usado, hierba mate, arroz y granos crudos. - Cortezas de árbol, malezas, flores y hongos. Los materiales secos son ricos en carbono y éstos son: - Hojas secas de árboles y plantas - Cortezas de árboles - Aserrín y viruta Algunos restos animales y otros, que pueden o no estar en nuestra pila de compost: - Guano de animales alimentados con hierbas como vacas, caballos, conejos, gallinas. - Restos de pelo, uñas, pezuñas y sangre animal. - Cáscaras de huevo. - Algas y pescado, mariscos. - Papel blanco, de color, cartón, cartulinas y diario en cantidades moderadas. - Servilletas de papel, papel higiénico y papel café de envolver. - Aserrín, viruta y restos de ceniza. El lugar que elijamos debe ser de semi sombra y ojalá protegido de la visita de perros y animales de gran tamaño, que puedan desarmar la pila o sacar los desechos de la o las composteras. A continuación les describo los tipos de sistema de compostaje que pueden desarrollar. Compostaje en pilas: Este sistema supone un poco más de espacio disponible que otros sistemas; sin embargo tiene la ventaja de no necesitar de materiales para su construcción. Esto hace que sea uno de los sistemas más económicos. Calculamos el espacio que ocupará la pila, espacio para las labores de labranza y espacio para el traslado de la pila en los momentos de volteo o aireación. Medidas Espacio de terreno para la pila 80 a 1,20 cms. Espacio de terreno para labores de labranza Contorno de 80 cms. Es decir, necesitamos de un espacio mínimo de dos metros cuadrados para nuestra pila de compost, más un espacio similar para la labor de volteo. Con estas medidas, podremos llegar con la mano y desde cualquier punto, al centro de la pila; para las labores de mantenimiento necesarias. Una vez elegido el lugar de ubicación de la pila de compost, lo primero que se debe hacer es limpiar el terreno con una pala, sacando los restos de plantas y malezas; marcando un círculo de dos metros de diámetro, en la tierra. No olvidar que el espacio destinado a la labranza también debe estar libre de malezas y plantas, para evitar que éstas se metan en la pila de compostaje y nos impidan el proceso de volteo o aireación posterior. La pila de compostaje se va armando por capas de unos 20 a 25 cms. cada una, alternando capas de material verde y capas de material seco, sucesivamente; si se dispone de guano seco, se puede poner junto con la primera capa. El guano ayuda a elevar la temperatura de la pila y atrae a los microorganismos. Así, luego de despejar el terreno con el chuzo o picota, se rompe un poco la tierra y se arma la primera capa de nuestra pila, esparciendo ramas pequeñas y delgadas por todo el círculo marcado para la pila. Esto hará que el compost se airee y que los microorganismos puedan acceder a la pila. Con eso tendremos lista nuestra primera capa de la pila de compost. Regar luego de poner cada una de las capas. La segunda capa, también de 20 o 25 cms. aproximadamente es de desechos frescos de la cocina y el jardín. En este momento se pone en el centro de la pila, un palo o tubo hueco, en forma vertical; el se va sujetando con los desechos que lo rodean. La función de este tubo, es procurar la aireación de la pila, cuando ésta esté armada y en funcionamiento. Este tubo, una vez terminada la pila, se retira. La tercera capa se hace con restos secos como hojas o aserrín. Se continúa repitiendo el proceso en capas hasta una altura aproximada 1 o 1,20 metros. Se termina la pila, esparciendo hojas secas o viruta de madera sobre toda la pila, a modo de cobertura; como una forma de protección contra la pérdida de humedad y presencia de olores indeseables. En este momento se retira el palo o tubo central y se vuelve a regar; luego de ello, se deja en reposo. La pila debiera comenzar a tomar temperatura al pasar unos 3 a 5 días; que es lo que se demoran los microorganismos disponibles en detectar y alojar la pila. La elevación de la temperatura es un buen síntoma y ésta genera un clima favorable para la presencia de los microorganismos que harán el trabajo de descomposición. Si la temperatura es adecuada, al meter la mano en la pila, debe sentirse tibia. No tengan miedo de meter la mano, ya que los microorganismos no muerden. De todos modos, pueden usar guantes de jardín e igualmente sentirán la grata temperatura del montón de desechos. Si no les apetece meter la mano, pueden usar un termómetro de tierra. La temperatura irá aumentando lenta y paulatinamente, lo que es signo de que nuestra pila de compost está siendo inoculada por los microorganismos descomponedores de la materia orgánica disponible; transformándola en rica tierra vegetal o compost. A los 3 o 4 días siguientes a la construcción de la pila, en el mismo momento de la comprobación de la temperatura, deberemos comprobar el nivel de humedad. La mejor forma de hacerlo es tomar un puñado de desechos y apretarlo con la mano; debieran caer un par de gotitas. Recordemos que el compost se produce en presencia de aire y humedad. Si está demasiado seco se debe regar, rociando siempre con lluvia suave, para no compactar la pila. La compactación reduce al aire al interior de la pila y detiene el proceso de descomposición del compost. Si está demasiado húmedo se debe airear, volteando el material de la pila. Ya explicaré el procedimiento para el volteo. Les diré que como a las tres semanas, la temperatura llegará a su punto más elevado, para luego comenzar a descender. Este es el momento del primer volteo. Esta acción se realiza con una horqueta y consiste en ir dando vuelta la pila de compost, de tal forma que el material que estaba en la parte exterior y más arriba, quede en la parte de abajo y al interior. Para esto iremos tomando porciones de material, y poniéndolos al costado de la pila, armando una nueva pila; tal y como lo hicimos la primera vez. Mientras realizan estas maniobras irán observando una gran cantidad de bichitos entre los desechos y también notarán que hay algunos desechos que ya no se diferencian tanto como cuando fueron puestos por primera vez en la pila. Es importante destacar que las maniobras de volteo deben hacerse cuidando de no aplastar el compost, pisarlo o tirarlo con mucha fuerza sobre la nueva pila; debemos recordar que estamos trasladando no solo los desechos en este menester, sino también a una variedad de seres vivos que debemos cuidar. Desde que hacemos el primer volteo, debemos dejar pasar otras 3 semanas o 1 mes para volver a voltear. En general, podríamos acordar que voltearemos una vez por mes hasta el momento de la cosecha; el que vamos a detectar porque: - Ya no se aprecian restos de desechos. - El compost tiene olor a tierra y es de color ennegrecido. - En la pila ya no se genera temperatura. - Casi ya no hay presencia de microorganismos.

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